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APUNTES EXPLICATIVOS: NORUEGA; MEDIACIÓN Y EL COMBATE A LA FALACIA.

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NORUEGA; MEDIACIÓN Y EL COMBATE A LA FALACIA.

Ante la inesperada intervención del gobierno de Noruega, en el conflicto político que sufre Venezuela, muchas voces han formado opinión sobre el tema. Juan Guaidó, presidente (e), ha reclamado que se use el lenguaje “apropiado” cuando en un acto político ha dicho: “Es una invitación a una mediación de Noruega, es decir, no es negociación, no es diálogo, no utilicemos (…) la narrativa del régimen”.

Ahora bien, para entender el tema, tenemos que comprender los términos, y dentro de cúal  contexto se usan. Para empezar hay que decir que la “mediación” es uno de los cuatro principales métodos de resolución alternativa de conflictos, acompañada de la “negociación”, el “arbitraje”  y la “conciliación”.

Se hace  evidente, prima facie,  que el diálogo no es una forma de resolución alternativa de conflictos, pero es la herramienta necesaria  para impulsar todos y cada uno de ellos. Basta leer la enunciación de “dialogo” para razonar que sin este, no hay alternativas posibles.

Se entiende por diálogo en sentido estricto: “Conversación entre dos o más personas que exponen sus ideas y comentarios de forma alternativa”. En sentido amplio: “Discusión sobre un asunto o problema con la intención de llegar a un acuerdo o de encontrar una solución”.  Es claro pues que sin diálogo en sentido estricto o amplio, no hay forma de resolver un conflicto.

En segundo lugar vamos a distinguir cada uno de los métodos señalados:

  1. La Negociación: es voluntaria, informal, directa y permite a las partes tener control sobre el proceso y la solución (Sin ayuda o facilitación de terceros).
  2.  La Mediación: se ha definido como un procedimiento no contencioso, en el cual un tercero neutral facilita la comunicación y ayuda a las partes a negociar para llegar a un resultado mutuamente aceptable.
  3. La Conciliación: supone avenimiento entre intereses contrapuestos; es armonía establecida entro dos o más personas con posiciones divergentes.
  4. El Arbitraje: se ha definido como un procedimiento mediante el cual las personas puede someter, previo convenio, a la decisión de uno/a o varios/as árbitros/as las cuestiones litigiosas, surgidas o que puedan surgir en materias de su libre disposición conforme a derecho.

Como se evidencia de lo expuesto,  en la “mediación”  un tercero neutral (Noruega),  facilita la “comunicación” entre  las partes para alcanzar un resultado “mutuamente aceptable”.

Ahora bien, muchos han criticado que Noruega sea un “tercero neutral” alegando que no reconoce a Juan Guaidó como Presidente encargado de  Venezuela,  pero han omitido el comunicado del 26 de febrero emitido por su Cancillería:

Nicolás Maduro carece de legitimidad democrática y ha llevado a Venezuela a una crisis económica y política, causando un sufrimiento generalizado entre la población…  Las elecciones presidenciales de 2018 no se ajustaron a los estándares internacionales y, por lo tanto, Noruega apoya la demanda legítima de la población de derechos democráticos y elecciones libres. Noruega apoya a la Asamblea Nacional elegida democráticamente y al presidente legítimo de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, y su llamado a nuevas elecciones”.

Lo realmente resaltante es que luego de tan agrio comunicado, el gobierno de Maduro haya aceptado la “mediación” y, quizás aplica lo mismo para los partidarios de Guaidó, cuando reclaman que el presidente del parlamento no ha sido reconocido por ese país, como jefe del ejecutivo, a pesar que prácticamente toda Europa lo ha hecho.

Aquí se hace necesario determinar las diferencias entre “imparcial” y “neutral”,  las mismas pareciera ser sinónimos, pero en el lenguaje especializado, no es así:

Tercero Imparcial: Es aquel que  no se decanta ni por unos ni por otros.

Tercero Neutral: Participa para ayudar en la comunicación, pero no impone una solución. Son las partes las que deben encontrar solución a sus problemas a través de la comunicación y gracias a las técnicas utilizadas por el mediador.

Recordemos que en  la definición inicial de “mediación”;  hablamos de “tercero neutral” no “tercero imparcial”.

Según especialistas “La mediación, por su carácter no obligatorio y confidencial, entraña un riesgo mínimo para las partes y genera beneficios considerables. Es más, podría decirse que, aunque no se llegue a un acuerdo, la mediación nunca fracasa ya que permite que las partes definan los hechos y las cuestiones objeto de la controversia, preparando el terreno para procedimientos arbitrales o judiciales posteriores”.

Nuestra posición  pasa por  buscar la verdad, en medio de tantas falacias. A eso nos dedicamos desde hace un buen tiempo, y por ello hemos pagado un precio alto.

Braulio Jatar Alonso

Fuentes:

https://www.mediandoconflictos.es/la-neutralidad-e-imparcialidad-del-mediador/

https://m.monografias.com/trabajos92/medios-alternativos-resolucion-conflictos/medios-alternativos-resolucion-conflictos.shtml

https://www.regjeringen.no/en/aktuelt/the-humanitarian-situation-in-venezuela/id2630261/

Mar­tin Luther King y Malcolm X o María Corina y Guaidó (Unos y otros son necesarios )

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Foto: Fue un encuentro de apenas un minuto, pero un fotógrafo lo captó para la posteridad. Mar­tin Luther King y Malcolm X (a la izqda. y la dcha., respectiva­mente) no habían coincidido antes ni volverían a hacerlo más. Ambos lidera­ban la lucha por los derechos civiles de los negros, aunque desde posiciones di­vergentes. Luther King simbolizaba la vía pacifista, inspirada en una profunda convicción cristiana. En 1963, durante la marcha sobre Washington, había elec­trizado al país con su discurso “I have a dream” (“Tengo un sueño”), acerca de la igualdad entre los seres humanos.


La denominada oposición venezolana, ha estado enfrentada en cuanto a los métodos para salir de la barbarie politica que se ha incrustado en el pais. La  Venezuela democrática que durante décadas sirvió de ejemplo continental, ha devenido en lo que muchos denominan “Estado Forajido“, “Narco Estado” y que nosotros en lo que sería el ultimo de los libros de nuestra trilogía; denominamos “El Pranato”.

Sea la denominación con la cual se describa la actual situación,  el debate de la oposición se  centra en  cual es la más eficiente herramienta para salir de la “pesadilla”.  La polémica aqui y ahora, se parece bastante –  guardando la debida distancia –  a la de los dos titanes de la lucha por los derechos civiles de la población negra en los EEUU.

Maria Corina Machado, por una parte,  con una imagen que por su acción, discurso y tenacidad para enfrentar al régimen, ha sido categorizada como “radical”. Por la otra,  Juan Guaidó,  el presidente (E) de Venezuela, quien se muestra convencido que la suma de voluntades de forma pacífica y en resistencia, es el camino que garantiza el éxito en esta batalla por el rescate de la democracia, son el Yin y el Yang  de las dos fuerzas fundamentales opuestas y complementarias, que se encuentran en todas las estrategias para lograr el mismo fin.

Partidarios de un lado y del otro, se presentan como enemigos  y hacen muchas veces el trabajo al adversario, al construir muros de desunión  y expulsar epítetos, que son musica para los oídos de los auténticos contrarios políticos y responsables de la peor crisis social del hemisferio. Esos seguidores no han entendido que El yin y el yang son interdependientes, es decir  no pueden existir el uno sin el otro.

Mar­tin Luther King y Malcolm X  buscaban el mismo objetivo y aunque  King  nunca respondió a los ataques de Malcolm, este ultimo siempre enfiló su  verbo hacia el “pacifista”. Pero lo que podía parecer como un desgaste entre aliados,  realmente era la sinergia necesaria para que uno y el otro sumaran, de forma separada, los aliados suficientes  para alcanzar el objetivo común.  Uno hacia fuerte al otro. Ambos, estando separados, eran demasiado para el enemigo.

“María Corina y lo que son como ella, son tan útiles y necesarios como son Juan Guaidó y los que son como él. Sus posiciones, aunque se dude, no desgastan uno o el otro, por el contrario, se crea una fuerza  extra que ninguno de los dos grupos,  hubiera podido generar en caso de accionar aisladamente.

Si  Mar­tin Luther King  no hubiera tenido a un Malcolm X, tendría que habérselo inventado. Lo mismo acontece en el terreno nacional, los más radicales y los más pacifistas al final, como en la foto, se  darán la mano sabiendo que gracias a sus diferencias:  el enemigo ha sido derrotado.

La historia de Venezuela dirá los mismo que la de EEUU : “Unos y otros, fueron necesarios”.