Extracto del libro: «Los secretos de los dioses del cielo» por Braulio Jatar Alonso
Imagina por un momento, que vas camino a un importante juego de baloncesto y uno de tus compañeros de equipo llama a tu celular para decirte que tiene problemas, luego el segundo, igual el tercero y el cuarto jugador. De pronto te encuentras solo en la cancha, todos te han fallado. Si te concentras en el problema y no en la solución, por seguro los insultas y lanzas tu móvil contra el piso. Con esta forma tan mortal de responder, sigues apilando más problemas. ¿Resolviste algo? Por el contrario te has creado algunos más. Si sigues la lecciones de los “dioses del cielo”, y aplicas la primera regla: “Enfocarte en la solución y no en el problema”, te darás cuenta que el móvil es la herramienta para salir del lío, por lo que romperlo solo te aleja del objetivo. Resolviendo la ecuación, entiendes que tienes que comunicarte con tu “equipo”, enterarte de la razón que los retiene, buscas limpiar de obstáculos la ruta a la cancha. Hablas con el árbitro, justificas el retraso, solicitas a los del otro equipo un tiempo de espera y no dejas de insistir en convencer a tus amigos. ¿Posibilidades de éxito? ¡Mil veces superiores a estrellar el celular contra el piso!
¿Sabes que existe una virgen llamada la desata nudos? Cuentan que todo empezó cuando un hombre con problemas matrimoniales, dedicó sus rezos a la imagen de la Virgen María, y se produjo el milagro de la reconciliación. El marido contrató a un artista que pintara el desenredo amoroso. El pintor mostró una imagen mariana pisando la cabeza de una serpiente y a su lado un ángel entregándole unas cintas enredadas, que al pasar de una mano a la otra quedaban desanudadas. La imagen se le conoció como “María, la que desata los nudos” y es la preferida del papa Francisco. Hundirse en los problemas, hubieran llevado a Moody, Greaves y Townley-Freeman a pelearse entre ellos, golpear manuales, maldecir su destino, llorar su desgracia y finalmente meter la nariz del 747 al fondo de un muy profundo océano. Los “dioses del cielo” son unos “desata nudos”, tienen la capacidad de equilibrar sus dos sistemas, el pensar rápido y el pensar lento, cada uno tiene la respuesta adecuada, dependiendo de las circunstancias.
Daniel Kaleman en su libro “pensar rápido, pensar lento”, enseña que el sistema de pensamiento rápido puede llevar a los humanos a respuestas erróneas. Al recibir la llamada de tus amigos, de inmediato asumiste que era por flojera, falta de compromiso o de previsiones por parte de ellos. ¡Tu cerebro límbico se enfureció! Esto aun siendo verdad, no resolvía el problema, simplemente lo aumentaba.
Recuerda que cuando estas frente un enredo, tu objetivo es resolverlo. Todo lo que hagas debe apuntar a ese único objetivo; una vez lo has desatado, te puedes ocupar de revisar las causas y repararlas.
En la medida que avancemos en estas páginas, volveremos a revisar como gerenciar los mensajes equivocados.
Extracto del libro: «Los secretos de los dioses del cielo» por Braulio Jatar Alonso
Editor Reporte Confidencial / Abogado 18342 / Comunicador SNTP 8248 / Locutor 17210 / Profesor Inteligencias / Escritor / 7 libros amzn.to/2G3W6ja
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